Haga clic en noticias relacionadas
Ha ocurrido un vapuleo en nuestras almas toreras. Una sacudida que conduce al desamparo certero. A los patas blancas se los llevan al sacrificio humillante del matadero. Estos animales eran hermosos. Eran los más bellos en estampa. Así los entendí desde el primer momento que los vi. Aquellos seres mitológicos me deslumbraron porque los reconocía como protagonistas de escenas fabulosas, de aventuras mágicas, de caballeros que desafían con altivez a la antigua, tanto que me remontaban a ancestros imposibles de rastrear. Eran la perfección estampada, los más apropiados para grabados que salen de las manos de artistas imaginativos, con espectaculares trazos ondulantes, en relieve sedoso. Eran mamíferos de descomunal extrañeza por su textura de aguafuertes; los más armoniosos en la singularidad de sus capas, los animales más fantásticos que parecían recorrer planicies desérticas llevando en sus lomos a poderosos jefes sioux; los más inquietantes por tanta plasticidad; aquellos que suspiraban más compasión pues habían nacido para ser admirados por almas que anhelan preciosidad.
¿Quién es el autor de la atrocidad que les ha concluido en su exterminio? ¿Quién es el responsable de esta dejadez que conduce al homicidio alevoso y premeditado de los altaneros patas blancas? ¿Quién es el culpable de este atentado contra la humanidad (torera pero humana)? ¿Quiénes son los malhechores que han permitido con su desidia la privación de su grandeza?¿Quién es capaz de soportar que se empleen tantos medios para evitar el hundimiento del lince ibérico y no se haga nada para escapar a esta catástrofe? ¿Quién? ¿Quién? Porque alguien, uno o muchos, son los culpables. Los ganaderos que no han sorteado los millones de avatares. La Unión de Criadores de toros, que les acoge en su asociación centenaria, que consiente que la riqueza genética y singular de los encastes y sus historias sean abandonadas a la desaparición. A la Federación de razas autóctonas españolas que ha tenido la genialidad de recopilar en un interesantísimo documento las razas autóctonas españolas -un trabajo de campo tan deslumbrante como necesario-, y que no ha sido capaz de dar la voz de alarma con estas sinrazones que se vienen produciendo desesperadamente en el campo bravo, pues ni ha sido la primera y, al paso que vamos, no será la última. El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino tampoco se ha pronunciado sobre estas particulares catástrofes. Ni las administraciones locales. Ni las administraciones nacionales. Ni aquellos responsables políticos, sociales o gremiales han sentido algo de piedad a la sangría irreparable que está acabando con la singularidad genética, histórica y genuina que atesora este animal exclusivo, tanto en su generalidad como en su individualidad, tanto en su diversidad como en el proyecto de imaginación y posibilidad que atesora.
Todos. Todos nos privarán de este proyecto hermoso porque han truncado su vida, su desarrollo y hasta su muerte digna.
Me apresuré a la página web de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (http://www.toroslidia.com/) para recuperar los datos de la ficha técnica de esta ganadería emblemática. Entre otros, recojo las siguientes reseñas. Propietario: Santa María y Entrearroyos, S.L. Representante: José Manuel Sánchez García-Torres y María José Sánchez Majeroni. Divisa: Morada y roja.
Antigüedad : 08/06/1924. Fincas : 'Castillejo de Huebra', (Muñoz, Salamanca), Zamarril (Portaje, Cáceres) y Santa María (Moraleja, Cáceres. Antecedentes históricos: Formada por don José Vega en 1910 con vacas de Veragua y sementales de Santa Coloma, pasó en 1914 a los hermanos Villar. En 1928 don Francisco Villar vendió su parte a don Arturo Sánchez Cobaleda y a su muerte, en 1942, pasó a sus hijos, dividiéndose en 1950 y correspondiendo uno de los lotes con el hierro y divisa originales don Manuel Sánchez Cobaleda. A su muerte, en 1985, pasa la ganadería a los actuales propietarios. Procedencia actual :Vega-Villar.
Demasiado aséptico. Reparé en la parte superior, en un pestaña que decía Noticias relacionadas. Hice clic. Te remiten a una única información –fechada el pasado 26 de noviembre- en la que se da por consumado “el cierre”. Dice textualmente la nota: La ganadería salmantina 'Sánchez-Cobaleda', asociada a la Unión de Criadores de Toros de Lidia y emblemática del encaste Vega-Villar por la línea Manuel Sánchez Cobaleda, ha eliminado el ganadeo de su finca Castillejo de Huebra tras haber solicitado el vacío sanitario. Según D. José Manuel García, uno de sus actuales propietarios "no hemos podido hacer nada por ir contra la Administración". Los ganaderos se han visto en la obligación de tomar la decisión debido a una situación administrativa adversa, donde las bahas veterinarias hacían imposible la subsistencia de la vacada (…) En la actualidad la ganadería dispone únicamente de cuatro camadas de machos con el hierro "Sánchez Cobaleda" en sus fincas extremeñas. También demasiado aséptico. Y además, por cierto, nos gustaría descifrar lo de las bahas veterinarias, que no alcanzamos a comprender si es una traducción del portugués o un terminología sin reconocer.
Un triste final para los patas blancas, para todos, para la humanidad torera. Para la que no quieren saber de toros. Para los amantes de ese concepto tan recurrente de la biodiversidad. Para los que nos antecedieron y para los que vendrán, que vendrán más desnudos de pasado. A los patas blancas se los llevan al sacrificio humillante del matadero. Y no serán los únicos. Y no hay nadie que lo remedie.
Admiren su belleza en el magnífico retrato que Enrique Martín hace de estos toros ya legendarios en su blog http://torosgradaseis.blogspot.com/. Gracias a su empeño -y a su talento- de ir dibujando los diferentes encastes nos regala la belleza sin matices de estos genuinos animales. No se pierdan sus reflexiones, son tan obligadas como sus láminas y tan juiciosas como la verdad que encierran. http://torosgradaseis.blogspot.com/2010/11/se-inaugura-el-zoo-de-especies.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario