Reaparición
Los saltillos
de Moreno Silva reaparecían en Las Ventas para expectación de los escasos
aficionados que quedan en este mundo de remota bravura. También, yo misma
regreso a este soporte digital después de mucho tiempo de apatía taurófila. Y sin
ánimo de hacer comparaciones -que como bien se sabe, suelen ser odiosas-, aprovecharé
esta anécdota para establecer alguna similitud porque mucho tienen que ver, en
mi opinión, los escasos recursos y alicientes que se invierten en la fiesta
auténtica pues consiguen desmantelar entusiasmos poderosos, llevarse por
delante todo caballero andante que se precie y provocar aflicciones difíciles
de remontar entre aquellos pobres locos que pretenden desfacer entuertos y defender a su dama de dragones y
encantamientos.
La sucesión de saltillos resultó desigual de presencia y de casta dejando flojos
los ánimos, lejanos los recuerdos de aquella novillada vibrante y portentosa que
nos regaló el ganadero hace unos años en San Isidro. Las explicaciones de los admiradores
de los morenosilva a esta decadencia
en los resultados de sus toros son muchas, según se lee en las redes sociales y
en las críticas, pero posiblemente haya que buscarlas en la desatención a la
fiesta o en la falta de seguridad en un escenario repleto de protagonismos comerciales
y nada exigentes con la verdad.
Desde aquel derroche de casta y bravura el
quijotesco criador de saltillos
prácticamente no ha lidiado en territorios de la piel de toro; se ha dejado ver
algo en plazas sureñas francesas; y, en definitiva, ha quedado sepultado por su
apasionado instinto idealista. Ante estas circunstancias, el héroe se repliega,
retrocede su posición, flaquea el ánimo, se oscurece su coraje. Y el cansancio
se hace evidente pues no se atiende como se debiera a la empresa, a la
inversión, al instinto y a los resultados.
Se sucedieron ejemplares desiguales en
presentación de más a menos, y también en resultados en cuanto a casta se
refiere. Hay que puntualizar que casta tuvieron, hasta mucha se podría
asegurar, incluso no pisaron los terrenos de chiqueros, salvo en última
instancia el toro que se lidió en sexto lugar que apuntó maneras barbeando las
tablas de salida. El comportamiento también varió. Quedó el segundo con la nota
más alta en bravura, casta de la buena, nobleza repetidora y prontitud en las
acometidas, incluso contó con el factor suerte pues cayó en el lote de Encabo,
el cual pudo saborear unos buenos lances con el capote, demostrar oficio en la
posesión con la muleta, más varios trincherazos con clase y algún natural. Sin
embargo, dejó a Soriano –cárdeno aldiblanco-
insuficiente de dominio, con un tercio
de banderillas en las postrimerías de la buena colocación y le faltó ajustar la
distancia correcta. Con el segundo de su lote, el diestro madrileño se
escondió. El toro resultó más incierto, aunque algo tendría que ver que el
matador le desatendió bajo los petos y se le diera lidia de alivio, aunque
fuera Ángel Otero el encargado de ofrecérsela.
Marcos Serrano, nacido en Nimes,
confirmaba alternativa en Madrid con un animal precioso de lámina y de esencia
buena en las entrañas, que empujó en el caballo y que se fue al desolladero con
un magnífico pitón izquierdo desaprovechado, muchos pases sin sustancia y con
una casta de utilización inédita. El polémico quinto de la tarde fue a caer en
su lote. Se le protestó de salida por la justeza de presencia, aunque su tipo
era de coqueto saltillo. La mayoría
de la afición creyó ver falta de materia en el animal porque al contacto con la
vara se desentendía alocadamente. Pero se trasformó, sin que nadie se lo
propusiera, persiguió el engaño con listeza y puso en el mayor de los apuros a
Serrano que tenía ningunos recursos para pararlo y templarlo. Dos toros en
definitiva de importante consideración para realizar el toreo, aunque para
algunos no estuviera tan claro. Y si está permitido una ligera observación,
sería deseable que el diestro apuntara maneras en la suerte suprema en vez de
salir despavorido envuelto en sus propias turbulencias, tirar el engaño y dejar
el hocico del inocente animal pespunteado a navajazos.
Joselillo ganó la partida en
desorientación torera. Al tercero le dio capea. El animal -que necesitaba
cintura para depurar su relativa fijeza- se maleó a conciencia pues las compañías
del peto toricida y las reservadísimas maneras toreras del diestro hicieron
posible el desacierto. Con el último saltillo, el más anodino del encierro,
también el más hondo de hechuras, permaneció desbordado en pases aéreos. Concluyó
con el estoque por debajo del aprobado.
A estas alturas de la tarde –y del ánimo-
muchos se fueron decepcionados por los ansiados saltillos. La corrida, al margen del recuerdo y de clasificaciones míticas,
tuvo su interés. Y hasta su grandeza, si se tiene en cuenta que la engloban en
esa piadosa catalogación de encastes minoritarios y que hay que dar salida para
que las críticas a la abusiva competencia en un mercado único sean inoperantes.
Es cierto que el festejo podía haber salido mejor en resultados, pero hay que
ponerse en escudo grisáceo que envuelve la armadura de estos viejos hidalgos;
imaginarse a lomos de su rocín flaco; salir al alba para desfacer entuertos; y salvar a la dama en apuros, deshonrada por
malhechores, acosada por algún que otro dragón y encerrada tras imponentes
almenas. Lo dicho. Hay que ponerse en su lugar.
Plaza de toros de Las Ventas.
Madrid, 7 de septiembre de 2014. Toros de
Moreno Silva para los diestros Luis Miguel Encabo, Marcos Serrano y Joselillo.
Me alegro por esta nueva correcta descripción de la labor de Encabo en ese toro tan importante. Y lo digo porque tanto los revistosos del puchero, adictos a la desmedida apología, como algún aficionado muy pagado de sí mismo y que escribe en un blog de esos que consideramos de referencia, habían glorificado con profusión un trasteo que, al parecer, no alcanzó la altura pregonada. Gracias por esta nueva interpretación que, sinceramente, creo nos aproxima un poquito mejor a la realidad de lo ocurrido.
ResponderEliminarGracias por tu atenta y perseverante mirada a este blog que habitualmente desfallece
EliminarCOMMENT PEUT ON ECRIRE "MAGNIFIQUE CORNE GAUCHE" SI MAGNIFIQUE SIGNIFIE UNE CORNE FAITE POUR DECOUPER EN DEUX UN MATADOR.......UN SEUL TORO FUT INTERESSANT ET DIGNE DE SON GANADERO C EST LE SECOND.LE RESTE DU LOT ETAIT INFUMABLE.
ResponderEliminarSALUTATIONS AFICIONADAS