Por Paz Domingo. La corrida de Adolfo Martín es, una vez más, polémica. Como siempre, el círculo no puede completarse y el juego de los toros no puede convencer en plenitud. De las entrañas debía brotar casta sin comisuras, en su generalidad. Pero las vetas de mansedumbre, la decisión que cuesta, la entrega controlada bajo los petos, el carácter tardo, la flojedad evidente y la bronquedad a ratos, son pruebas irrefutables que de algo no termina de funcionar. Aunque fueran maltratados en el caballo –que también sucedió-; aunque saliera Madroñito con nobleza a raudales; aunque apareciera un ejemplar cornipaso de estampa antigua; el caso es que el conjunto de los seis ejemplares no sirvió, una vez más, para atar todos los cabos. La polémica estaba como siempre servida. Y en esta ocasión no venía de los despachos, ni de los estrictos veterinarios, ni de las exigencias de ciertos tendidos, ni de las características del encaste. Más bien, emergían de una apuesta sin resolución. (...) Crónica completa en este enlace.
Vigésimo cuarto festejo. Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas, 2 de junio de 2012. Toros de Adolfo Martín para José Luis Moreno, Juan Bautista e Iván Fandiño.
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