Un reconocimiento apasionado por este singular mundo que representa el universo de los toros
lunes, 26 de abril de 2010
Crónica de Las Ventas, 25 de abril de 2010
¡Que vienen los 'pablorromeros'!
Los aficionados nos divertimos. Y además, contemplamos entusiasmados que existe una posibilidad para que retorne aquella esencia que atesoran los pablorromeros, y que ya dábamos por dilapidada. En dos décadas estuvo perdida la continuidad de este encaste singular -de más de cien años- que atesora en su secuencia genética un prodigio de sabiduría sobre la crianza y selección del ganado bravo. Cien años y se dice pronto. Pasando por todo. Por los buenos momentos, cuando se la disputaban las grandes figuras, y por los más amargos, como la urgencia de la venta que obligó a los propietarios a desprenderse de esta apuesta personal y familiar. Las últimas comparecencias de esta ganadería en Madrid -que se extienden en muchos años- fueron de ponerse a llorar desconsoladamente. Percibimos entonces cómo esta ganadería caía en el más profundo de los abismos, cómo sus bellos animales, trasformados incluso en su tipología, sucumbían a las modas devastadoras que imperan en los ruedos y que se definían en el descastamiento, la flojedad espeluznante que les hacía desplomarse sin salvación y el más rotundo de los descréditos.
Crónica completa en http://sites.google.com/site/toroaficion/cronicas-de-hoy/10-las-ventas-25-abril
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