Presentaciones
Por Paz Domingo
Este trece de mayo, día de San Pedro Regalado, patrón de
Valladolid y, según señalan algunos devotos también patrón de los toreros, es
un día de presentaciones. Los tres novilleros llegaron a torear esta novillada
a Madrid sin haber pisado este ruedo, jamás de los jamases como diría un
castizo. Algo raro es, si me permiten esta licencia reflexiva. Quizá estos
ilusionados aspirantes a esta profesión tan arriesgada deban rezarle al patrón
para que aquellos apoderados a quien tienen encomendado su futuro no les dejen
tan solos y desprovistos de desvelos y formación.
Pues bien, los aspirantes pisaron ruedo y poco ruido
hicieron. Se concedió una oreja a uno de estos novilleros que componían la terna,
pero más bien fue por la única embestida razonable entre los ocho novillos (seis
titulares de Alcurrucén y dos sobreros) que también pisaron la arena venteña.
No hay casi nada que contar. Salvo algunas anécdotas del
tercio de varas. Primer novillo, titular, para Sergio Sánchez; picado por José Adrián
Majada; señado y sin empuje; después igual, soltando la cara en el estribo.
Segundo novillo titular, para Aarón Palacio; picado por Mario Benítez, puyazo
trasero perdiendo las manos, protestado; y en su segunda actuación volvió al
suelo. Devuelto rápidamente por el presidente que no estaba por perder el
tiempo en las probaturas que solicitaba el novillero. Segundo novillo bis,
sobrero de la misma ganadería; insulso, de puro trámite en el primer encuentro y
en ya sin compromiso por ambas partes en el segundo topetazo.
Tercer novillo, titular, picado por Rafael Campos ‘Carioca’;
señado, sin haber sido presionado, perdió las manos en varias ocasiones incluso
antes de la segunda vara reglamentaria; y devuelto. Tercer novillo bis, sobrero
de Montealto, aprovechó la confianza del sencillo trámite de Carioca, empujó
con ganas haciendo perder el asiento al picador que casi cae de bruces; después
ambos se quedaron desentendidos; arreciaron las protestas de tanta carne sin
vigor ni casta. Cuarto novillo, titular, picado por Álvaro Marrón; señalado
para finalmente también acusar mucha flojedad. Quinto novillo, titular; picado
por Manuel Jesús Ruiz ‘Espartaco’; y salvado por la campana de la venganza del
propietario del castoreño que puso una soberbia pica en el suelo y varios
picotazos en los lomos traseros; y se quedó ligeramente entero en fuerzas para
facilitar un espejismo en el tercio de muleta.
Finalmente, el sexto, titular, y octavo según las cuentas
del público sufridor, pasó desapercibido porque no se le protestó pues suspendía
en presentación por esos pitones reajustados en tamaño, biometría y salubridad;
en casta por su falta de gracia y viveza; y en su potencia porque resultaron
tanquetas estancadas en fecundos barrizales.
13 de mayo. Novillada con picadores. Ganadería de Alcurrucén
para Sergio Sánchez (presentación en Madrid), Aarón Palacio (presentación en
Madrid) y Javier Zulueta (presentación en Madrid).