martes, 30 de noviembre de 2010

Previsiones para un año difícil

Los toros y la crisis que se avecinan
El pasado domingo, en la madrugada taurina, me llamó la atención las declaraciones del veterinario Julio Fernández en el programa La Divisa. Después de realizar unos breves apuntes de la situación de las ganaderías en este año que ya concluye, con la temporada ya cerrada, Julio Fernández avisaba de lo que se viene encima, es decir, con el aumento de reses de ganado bravo con el guarismo 7 respecto a otros años, preparadas por edad para ser lidiadas en el próximo ciclo. Esta circunstancia numérica (y comprobable pues todos los nacimientos de ganado bravo deben estar registrados) es una contrariedad, un problema de difícil solución y un resultado de la especulación disparatada de la que venimos. Julio Fernández añadía que el acomodo se hará muy complicado después de considerar los datos de esta temporada respecto al descenso considerable del número totales de festejos, tanto de orden mayor, menor o rejones.
Se supone que la crisis avanza, que en el año 2011 la situación económica será aún más complicada, y todo hace predecir –según el autorizado veterinario- que se quedarán muchos toros en el campo, que es lo mismo que decir que supondrá muchas pérdidas entre los ganaderos. Estos empresarios del campo bravo tienen muchas complicaciones burocráticas, sanitarias, incluso sociales. Es verdad. Pero, la crisis vendrá para algunos, mientras otros pocos seguirán lidiando camadas inmensas a mogollón, sin corresponder el volumen con la calidad de sus productos exclusivos.
Aquellos polvos trajeron estos lodos. Se supone que hace cinco años no se era consciente de la crisis venidera. Que se tiró de explotación ganadera a lo grande, pero no por ello desajustada en parámetros de cordura, crianza y selección. Mucho de este excedente ganadero venía de cinco años más atrás, cuando estaba boyante los pelotazos urbanísticos e inmobiliarios que desarrollaron nuevos ricos, los cuales lavaban nombre y dineros en fincas de emblemas con tronío. Y se desorbitó el equilibrio. Los ganaderos de toda la vida tuvieron que sucumbir al ritmo trepidante de la contienda mercantilista, aguantar si su hacienda se lo permitía, o desaparecer.
Hay un problema muy grave en el campo de bravo. Un problema que las autoridades administrativas (o comunitarias con las subvenciones) no podrá solventar. Son los propios miembros del sector los que deben ser valientes. Los ganaderos de bravo deben asumir la situación caótica de los intereses del sector. Deben tener un organismo aglutinador dispuesto al trabajo humilde y concienzudo fuera de protagonismos e intereses propios circunscritos en determinadas asociaciones. Deben apostar por la casta y la selección en la crianza del este exclusivo animal. Deben olvidarse del corazón y sacrificar el excedente de borreguismo causante en gran medida de la inflación de presunto bravo. Deben plantear un plan de rescate para los encastes minoritarios en la cabaña, a la que la gran mayoría del sector ha condenado al ostracismo (incluso a la desaparición) porque muchos de los empresarios ganaderos han apostado por el monoencaste, consecuencia que ha conducido -en una distancia muy corta- a un situación muy triste, desvalorizada y aburrida. Deben afrontar su situación sobresaturada en la mediocridad que ha terminado con la emoción y la afición, haciendo prácticamente irrecuperable la singularidad y variedad de este animal poderoso, llevándose por delante el oficio, el suyo, el más hermosos de cuantos puede haber imaginado y desarrollado el ser humano.
Deben asumir como jabatos que hay que salvar los trastos. Pero no de cualquier manera. Jabatos a la verdadera usanza. Al buen criterio, al trabajo, a la humildad, a la verdad, a la calidad, a la integridad, a no especular, a estar dispuesto a ganar menos pero a costa de hacerlo mejor, al derecho que el mundo entero reconozca lo decisivo de su gestión para atesorar la autenticidad y emoción que desarrolla el ganado bravo, por supuesto con el esfuerzo en el amor interesado por la verdad del mundo de los toros.

lunes, 29 de noviembre de 2010

El vendaval en Cataluña es calma chicha

El éxito de 128 votos más
Es hora de recuento, desde el punto de vista taurino, que de los otros ya se ocuparán las consecuentemente reflexiones personales, además de los medios de análisis políticos. Con las cifras ya muy definidas al filo de la madrugada, los espacios radiofónicos, que abordan los toros en estas horas ajenas al sosiego dominical, apuraban sus cavilaciones sobre el viento que sopla en Cataluña. Algunos abrieron el contestador automático a la pregunta de: “¿Cree usted que con el nuevo gobierno catalán sería posible dar marcha atrás respecto a la prohibición de los toros en la Comunidad autónoma catalana (prevista para el inicio de 2012)? Bueno, pues la mayoría de los espontáneos auguraban una recomposición posible del tema taurino en Cataluña, es decir, que soñaban en que son se llevara a cabo. Es algo así como creer en un imposible, ignorar lo evidente, o no saber que el viento sopla, pero en dirección contraria convertido en vendaval. La mayoría de los diputados catalanes de la formación de Artur Mas (CiU) votó a favor de la prohibición de los toros que proponía la Iniciativa Legislativa Popular el pasado mes de julio, y dos meses más tarde sus 48 diputados (totalidad de la formación política) votaban en a favor del blindaje en Cataluña. Las señorías “convergentes” que en el último pleno celebrado antes de las vacaciones votaron a favor de los toros fueron aquellos diputados del valle tarraconense de las tierras altas del Ebro, donde las fiestas taurinas de los correbous están muy arraigadas y para las que cuentas con suministros animales de tres o cuatro ganaderías autóctonas.
No creo que vaya a producirse una marcha atrás en este tema mientras los partidos en liza gubernamental sigan proclamando su soberanismo, como tampoco creo que los partidos pro taurinos consigan un arrastre para dar un vuelco, taurinamente hablando. La verdad, es que solamente confío en la sangría de las cifras económicas. Cuando los ciudadanos catalanes sean conscientes de lo que puede suponer las costosas indemnizaciones a los afectados por la prohibición, igual consideran que es mejor seguir como está y que la Fiesta catalana languidezca por sí sola, en su decrepitud hasta la desaparición del espectáculo como tal. Aunque tengan que tragarse algunos sapos figurinistas.
Otra pegunta recurrente en los espacios radiofónicos taurinos fue: ¿La indefinición del Partido Socialista Catalán con el tema de los toros ha influido en su bajada en escaños? Y yo francamente creo que el tema taurino no ha influido significativamente ni un ápice en las elecciones de ayer domingo. Los datos son los datos. El partido animalista catalán PACMA, promotor de la Iniciativa Legislativa Popular que llevó al Parlamento catalán el debate de la prohibición de los toros y que finalmente se aprobó, ha conseguido en estos comicios ¡128 votos más! (Un éxito, dicen desde esta agrupación) Este domingo obtuvieron 13.858 votos (de un total del censo catalán de 5.229.651 y a falta del recuento de voto extranjero), donde hace cuatro años disponían de 13.730 electores.
Después de estas cifras está todo dicho y desmontado.
Si la victoria de la prohibición taurina se traduce únicamente en 128 votos más, es que el tema de rentabilidad política ni interesa. Entonces, ¿por qué tanto alboroto especulativo?; ¿por qué este atentado contra las libertades individuales y colectivas?; ¿por qué tanto espectáculo obsceno? Seguramente por nada, salvo por un alto coste moral, económico y social para el futuro de los toros. Un altísimo coste que pagaremos todos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Hay cifras que cantan

Hago lo que quiero con … mi pelo
Estoy harta. Francamente. Estoy harta de que aquí todo el mundo haga lo que le viene en gana con las cifras (las oficiales se supone). No lo que es, ni lo que puede ser, sino a conveniencia de imaginación, oportunidad, posibilismo y descaro porque se ofrece para comer sin digerir, para ocultar, e incluso para inventar. Fenomenal. Se da la paradoja que en este universo de acceso universal al todo interplanetario, la verdad no está donde debería estar. Estar, está. Está oculta, remota, maquillada, tergiversada, aniquilada, pero está. Vamos, que aquí, celestialmente hablando, todo el mundo hace lo que quiere con… su pelo (anuncio famoso de creatividad y sinergia publicitaria lleno de brillo, volumen, movilidad, y mucho más. Les pongo un ejemplo de champú con aplicación directa.
La pasada semana la asociación Coordinadora Verde acusaba a la Comunidad de Madrid de destinar 2, 36 millones de euros en asuntos taurinos para el próximo año y calificaba esta acción de "inmoral derroche de dinero público". ¡Con la que está cayendo!, se lamentaba la portavoz de esta plataforma que engloba a la mayoría de los partidos ecologistas de la región madrileña. Ya que esta asociación dice reprobar estas acciones pro taurinas, que está cogiendo tanto auge porque cada día son más los que rechazan este “cruel espectáculo”, qué menos que espabilaran en estudiar un poco, en informarse un mucho, en no decir falsedades de cifras utilizadas a conveniencia. Es fácil. En tres pasos.
Primero: lavar. Eso que ustedes llaman dinero público es de todos. De todos.
Segundo: acondicionar. El espectáculo de los toros es el segundo en importancia después del fútbol. Y, ¿saben cuánto dinero aporta a las arcas públicas?
Si me permiten, yo les doy una cifra. Desde el soporte digital http://noticias.toroaficion.com/
se ha hecho un estudio de lo que el Estado se embolsa solamente con el IVA de las entradas de los treinta festejos de toros que se dan en Madrid durante la Feria de San Isidro. Pues bien, con el computo del 16% de IVA (desde hace unos meses es del 18%) la cifra que se da es de 2.397.033 euros, dato correspondiente a esos ingresos brutos de taquilla (casi cuatrocientos millones de pesetas). Pueden leer y estudiar estas cifras en https://sites.google.com/site/toroaficion/mundo-de-toros/10-cifras-de-impuesto-toros.
Tercero. Secar y dar brillo. Hagan cuentas, aunque sea con la imaginación y podrán hacerse a la idea que los toros es un negocio muy rentable para el Estado, más que cualquier otro. Tanto, que los más inteligentes han sido capaces de ver esta cualidad por encima de “derroches en subvenciones”. Tanto, que los toros seguirán vivos y activos mientras reportan ingresos en la medida que lo hacen. Buenos chicos.
Por cierto, a mí también me gustaría saber cuál es el monto de las subvenciones estatales y autonómicas que reciben las asociaciones que aglutina la Coordinadora Verde, que aunque está muy feo, al menos podría hacerme a la idea. Igual, encuentro algo mejor, comparo y lo compro. Que una servidora es una romántica del anuncio. Como se ve.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La ministra de Cultura dixit

Mermelada de tomate
Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, estuvo este pasado día 2 de noviembre en el Foro de Nueva Cultura, organizado por Nueva Economía Forum, y habló entre otras cosas de toros, tema que nos ocupa y nos preocupa. González-Sinde explicó que la única competencia del traspaso -de Interior a Cultura- que se puede realizar es el registro de artistas y “se hará en cuanto los técnicos elaboren la documentación, pues no es algo complejo", ha detallado. Según dijo, una vez traspasada le gustaría poner en marcha ese equipo de expertos "que además debe ser no sólo interministerial, sino tener participación de otros estamentos de la sociedad que tienen que ver con los toros, para que analice la situación para atender las necesidades de los toreros, empresarios y ganaderos". Respecto a estas cuestiones quiero formular algunas consideraciones.
Primer punto. Nadie ha explicado todavía en qué va a consistir el citado traspaso de competencias de un Ministerio a otro. Pero cualquier cambio -se trate de una competencia o de todas- deberá hacerse por ley. Una ley que derogue (o modifique) la aún vigente de 10/1991, http://www.mir.es/SGACAVT/derecho/le/le10-1991.html
de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos, y en la que su artículo 11 sobre Organización administrativa y ejercicio de las competencias previstas en esta Ley, y en su apartado uno, expresa claramente que “Competen al Ministerio del Interior las atribuciones de carácter general para ejecutar lo dispuesto en esta Ley.” Está claro. No se puede hacer vaivén de competencias como el que alquila un camión de mudanzas limpio, seguro y fácil. Se hará cuando una Ley lo pida y lo reglamente. Ni más ni menos, para evitarnos los recursos inconstitucionales. Por ejemplo.
Segundo punto. El único traspaso que se efectuará es el registro de artistas -pronunció la ministra- y “se hará en cuanto los técnicos elaboren la documentación, pues no es algo complejo". La misma Ley 10/91 dice en su artículo 5 sobre Registros de profesionales taurinos y de ganaderías de reses de lidia, y en su apartado 1: “Con el fin de asegurar un nivel profesional digno y garantizar los legítimos intereses de todos cuantos intervienen en los espectáculos taurinos se creará un Registro general de profesionales taurinos”. Por tanto, para sacarlos de aquí (Registro del Ministerio de Interior creado al fin que establece esta ley) hay que seguir el mismo procedimiento que en el punto anterior. Y el Real Decreto 145/1996 de 2 de febrero, por el que se modifica y da nueva redacción al reglamento de espectáculos taurinos, en su título II, capítulo 2, “se crea en el Ministerio de Justicia e Interior un Registro General de Profesionales Taurinos.” En el siguiente capítulo se asegura que “la inscripción tendrá carácter obligatorio”.
(…)
Así, habría que tener en cuenta unas posibles modificaciones también autonómicas, por ejemplo, las siguientes:
- Navarra: a propuesta del Consejero de Presidencia, decreto foral 249/1992, de 29 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Espectáculos Taurinos, dice en su artículo 25: “1. Se consideran profesionales taurinos a todas las personas que toman parte en espectáculos taurinos mediante retribución. 2. Los profesionales taurinos, para poder intervenir en espectáculos, deberán estar previamente inscritos en el correspondiente registro que mantendrá el Departamento de Presidencia. (…)
- Andalucía. Consejería de Gobernación. Decreto 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía. Dice en su disposición transitoria tercera: “En tanto no sea desarrollada, por Orden de la persona titular de la Consejería competente en materia de espectáculos taurinos, la estructura, requisitos de inscripción y funcionamiento del Registro de Profesionales Taurinos de Andalucía (…)
- Castilla-León. Consejería de Interior y Justicia. Decreto 57/2008, de 21 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General Taurino de la Comunidad de Castilla y León. En su disposición adicional primera se lee: “A los efectos de la presente norma, los Registros de Profesionales Taurinos y de Empresas Ganaderas de Reses de Lidia que se citan en la misma hacen referencia a los establecidos por el R.D. 145/1996, de 2 de febrero, por el que se modifica y da nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos.”
- País Vasco. Departamento de Interior. Decreto 24/2010, de 27 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Espectáculos Taurinos. En su artículo 29, sobre requisitos de inscripción, se dice: “La inscripción en cada una de las secciones que componen el Registro de Profesionales Taurinos queda condicionada al cumplimiento de los requisitos que para cada una de ellas se establezcan por Orden de la persona titular de la Consejería de Interior».
Tercer punto. No sabemos cuántos técnicos, ni en qué materia especializados, o si están elaborando esto que la ministra llama “documentación”. Con lo primero que tiene que contar es con la posibilidad de poder hacer la mencionada transferencia, circunscrita únicamente (segúna asegura Sinde) al registro de profesionales. Con la ley en la mano (y en la cabeza) parece que es algo más “complejo” de lo que asegura la titular del gabinete. De entrada -como queda demostrado- hay que derogar o modificar alguna ley y unos cuantos decretos. Dicen que hay que solucionar cuestiones “administrativas”, un eufemismo puramente estético que va a colocar a la (susodicha) administración estatal y autonómica en un verdadero problema burocrático.
Cuarto punto. Y dígame, señora ministra, cuando habla de traspaso de registro de profesionales ¿se refiere a los toreros de alternativa, a los demás toreros de a pie o a caballo (novilleros, picadores, subalternos, recortadores), o, quizá, es tan ambicioso el plan documental que aborda también la totalidad que el Ministerio de Interior incluye en sus registros de profesionales, como pudiera ser ganaderías de lidia o escuelas taurinas?
La orden del 25 de enero de 1993 (que también tendría que ser contemplada en semejante catarsis), (...) establece las siguientes categorías para los profesionales taurinos: matadores de toros, matadores de novillos con picadores, matadores de novillos sin picadores, rejoneadores de toros, rejoneadores de novillos, banderilleros de corridas de toros, picadores de corridas de toros, banderilleros de corridas de novillos, picadores de corridas de novillos y toreros cómicos (estos pueden ser voluntarios).
Hay otro fleco por ahí que se me ocurre. Por ejemplo, la Comisión Ejecutiva Nacional de Asuntos Taurinos, “órgano colegiado del Ministerio del Interior, adscrito a la Subsecretaría del Departamento, con carácter consultivo y funciones de asesoramiento en materia de espectáculos taurinos”, según se recuerda en la orden de octubre de 1998 que desarrolla esta institución -dependiente de Interior-, y donde los profesionales taurinos están representados (junto a representantes institucionales y asociaciones de aficionados) en sus Órganos de esta Comisión. (…)
Quinto punto. La Ministra González- Sinde se manifestó en este mismo acto de Nueva Economía Forum sobre el recurso que el Partido Popular ha interpuesto ante el Tribunal Constitucional por la ilegalización de las corridas de toros en Cataluña pidiendo que “se respete el ordenamiento de nuestro país”, ya que "los parlamentos autonómicos toman decisiones con toda la legalidad". La agencia de noticias Europa Press recogía las declaraciones al respecto: "Soy partidaria de respetar a los Parlamentos. Si empezáramos a iniciar procesos de inconstitucionalidad con cada una de las decisiones que adoptan gobiernos que no coinciden con nuestra línea política, imagínese como estarían los tribunales". No todos los gobiernos autonómicos "toman decisiones que a lo mejor a uno le parecen bien", pero se ha abogado por "respetarlas porque en eso consiste la democracia, y quién no entienda eso va mal servido".
Efectivamente, las decisiones hay que respetarlas y las leyes hay que acatarlas. Pero ambas con el mismo derecho y la misma libertad que la Constitución “proclama su voluntad” en su preámbulo ("de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones. Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida") y en su artículo 24.1 sobre la protección judicial de los derechos ("todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión") (...)

Último punto. Hay que solicitar encarecidamente a González-Sinde una información detallada de cómo ha pensado hacer este trasvase, -no tan fácil como ha definido y demostrado en este larga exposición-, porque este tema a los aficionados nos interesa y mucho. La Fiesta de los toros no es solamente cultura, tradición, estética, vocación, o condición artística. Según sus palabras “forma parte de la cultura española desde siempre, desde el arte prehistórico hasta Miquel Barceló".
Este mundo hermoso es grandioso porque trasforma la carnalidad en arte elevado, transforma a los matarifes de toros en artistas, pero sería el espectáculo más deplorable e insufrible del universo si se diera con un toro de lidia sin integridad, y por lo mismo sería una estafa si se transforma su condición poderosa para hacer asequible el espectáculo a determinadas voluntades y haciéndolo delictivo, aberrante y aburridísimo.
Si se supedita esta auténtica faceta del espectáculo a circunstancias tan baladíes como abordar urgentemente el traspaso de registro de profesionales, estaremos imposibilitando la regeneración verdadera de la Fiesta. Y es que la Fiesta está en una profunda decadencia. No hace falta que recurra a los expertos en documentación, Desde esta triste verdad hay que asumir un compromiso institucional y profesional de erradicar la decadencia que conduce este portentoso espectáculo al abismo, sin que nadie inteligente y concienciado de su mal sea capaz de remediarlo con conocimientos, vocación y capacidad de trabajo. A los aficionados que sabemos de la grandeza de este mundo singular nos preocupa, principalmente, que se tenga más en cuenta a los miembros del estamento taurino -muy preocupados por su condición de artistas- antes que escuchar a los denunciamos el deterioro de esta espectacular Fiesta, una bochornosa circunstancia consecuencia de la no persecución del fraude y de la irresponsabilidad de las altas instituciones que deberían reconocer su grandeza, historia, posibilidad, pervivencia y desarrollo. También denunciamos, a todos los miembros subsidiarios de las obligaciones políticas, sociales y culturales de este espectáculo hermoso y único y que se han conformado con juegos oportunistas, electoralistas, e incluso prohibicionistas, cuando por cargo están obligadas a preservar la tauromaquia, les guste o no, sencillamente porque va en el cargo.
Denunciamos y preguntamos ¿en qué Ministerio va a quedar el compromiso para asegurar, posibilitar y desplegar la autenticidad en la Fiesta de los toros?
Todo el texto completo pueden encontrarlo en https://sites.google.com/site/toroaficion/crisis-taurina/traspaso-a-cultura-toros-2