lunes, 18 de junio de 2012

Un personaje singular de Cuenca

Si por casualidad van a Cuenca, les recomiendo un lugar muy interesante. Es un paraje que surge a borbotones paralelo a la fluencia del Júcar, desde la creatividad de un hombre singular. En realidad, es más que un lugar, más que un paraje único, más que un personaje peculiar. Se llama José Luis Martínez, es castellano viejo, y escultor con vida propia y de la propia vida que tiene a mano tan poderosa en movimiento, desde la plasticidad del universo taurino hasta el sentimiento religioso, desde la armonía de lo sencillo hasta la dureza del hierro.
Puedo decir que mi vinculación con este rincón esquivo de la naturaleza -que es la ciudad colgada- siempre es absoluto, largo, intenso, y han sido todo un descubrimiento las figuras moldeadas en esta pequeña forja. Un frescor en la imaginación, en la sensación, en la creencia del bien. Y como les digo, si por casualidad van a Cuenca, les recomiendo un vistazo a las figuras que han sido moldeadas por José Luis Martínez y que surgen hermosas entre grises oscuros y rojizos de cobres oxidados. Vayan a la ciudad de la luz, al monumento surgido en los descubiertos de la roza caliza, suspendido a horcajadas entre las sendas abruptas que dibujan sus torrentes, anclado en lo más profundo del alma. Vayan, prueben el morteruelo y el alajú, viajen por sus estrechos pasadizos, contemplen la belleza se sus piedras, oigan los cantos del pasado, acaricien el enigma de la naturaleza y, si gustan, recréense en esta experiencia muy interesante.
Les dejo con algunas de estas imponentes muestras, fotografiadas en un sábado a mediados de junio. Y para que no se pierdan, el estudio está en el camino de la alameda que dibuja el río Júcar, a la izquierda del puente en el que se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, antes de la subida a la parte vieja por la calle Alfonso VIII.

José Luis Martínez Gómez
Arte en hierro y acero.
Alameda del Júcar 15, 4º D
16003 Cuenca
Teléfono: 606 404 784

domingo, 3 de junio de 2012

Crónica, 2 de junio. San Isidro 2012

La polémica 
Por Paz Domingo. La corrida de Adolfo Martín es, una vez más, polémica. Como siempre, el círculo no puede completarse y el juego de los toros no puede convencer en plenitud. De las entrañas debía brotar casta sin comisuras, en su generalidad. Pero las vetas de mansedumbre, la decisión que cuesta, la entrega controlada bajo los petos, el carácter tardo, la flojedad evidente y la bronquedad a ratos, son pruebas irrefutables que de algo no termina de funcionar. Aunque fueran maltratados en el caballo –que también sucedió-; aunque saliera Madroñito con nobleza a raudales; aunque apareciera un ejemplar cornipaso de estampa antigua; el caso es que el conjunto de los seis ejemplares no sirvió, una vez más, para atar todos los cabos. La polémica estaba como siempre servida. Y en esta ocasión no venía de los despachos, ni de los estrictos veterinarios, ni de las exigencias de ciertos tendidos, ni de las características del encaste. Más bien, emergían de una apuesta sin resolución. (...) Crónica completa en este enlace.
Vigésimo cuarto festejo. Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas, 2 de junio de 2012. Toros de Adolfo Martín para José Luis Moreno, Juan Bautista e Iván Fandiño. 

sábado, 2 de junio de 2012

Crónica. 1 de junio de 2009


Se fueron sin torear 
La afición se quedó tranquila después de presenciar el espectáculo que es capaz de generar el toro, cuando en realidad se da su verdadera condición. El ganadero Fernando Cuadri, este hombre romántico de la cabaña brava, lanzó una corrida imponente de presencia y toreable en su comportamiento encastado. Y he aquí la contradicción para todos. El valor necesario para realizar la torería ni se esbozó. Con Castaño en la enfermería, Rafaelillo y Bolívar se quedaron a sus anchas para justificarse en la impotencia, para escabullir el bulto, para no dejarnos ver a los animales en el enfrentamiento con el caballo, para no aguantar ni una sola de las embestidas y para recrearse en la astucia de ocultar la condición poderosa que le ofrecían los cuadris. Es decir, que se fueron sin torear. Y el sueño se trasformó en desasosiego. (...)
Crónica completa en este enlace
Vigésimo tercer festejo. Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas, 1 de junio de 2012.
Toros de Hijos de Celestino Cuadri para Rafaelillo, Javier Castaño y Luis Bolívar.