jueves, 26 de mayo de 2011

Desde el tendido. Corrida de la Prensa. 25 de mayo 2011

Déjenme que les cuente
La corrida extraordinaria de la Prensa se celebró otro año más en la plaza de toros de Madrid y, esta vez, con carácter inadvertido, fuera del ojo del huracán de los laberínticos aires taurinos, pero influenciada por sus fundamentos primeros. En el ciclo anterior no se sortearon los toros, organizando una debacle especulativa en los corrales que dio al traste con la presunta inocencia de los figuritas actuantes como El Juli, Miguel Ángel Perera y Cayetano, más la ingenuidad de los presidentes de los festejos madrileños y de las buenas intenciones de los empresarios actuales.
Fuera de abono, fuera de la polémica, fuera de los últimos resquicios de los aficionados, esta celebración no dijo nada. O todo –según se mire-, porque fue de un aburrimiento insoportable, creíble únicamente por un torero mexicano, que pasó por allí, llamado Joselito Adame.
Como periodista y aficionada preferí esta tarde tomarme un descanso. Ya saben, a modo de reivindicación que les traslado como si una plataforma se tratara, con algunos puntos ya debatidos en incontables ocasiones en asamblea popular. Cogí el mando. Y a los toros. A la tele.
Primer punto, los toreros. Exponentes son Castella y Perera de la ponderación del toreo al revés. Uno porque sobreactúa en calidad de protagonista mediático, con afectación nada contenida, con insufrible flema purificadora. Otro porque no da uno a derechas -o izquierdas-, que estructura moliendas tan desajustadas que dan grima, que termina en revolcones por sus infranqueables distancias. Se salva de la quema Joselito Adame, torero valeroso, honrado y que arriesga porque no tiene nada que perder. Así se lo dijo a su madre en el brindis del último toro: “Me la juego” (la vida, se refería). Porque hay hombres en este mundo del diablo que verdaderamente se la juegan, que no invierten en márquetin, que no se exponen en los platós televisivos.
Y hablando de tele, déjenme que les cuente.
¡Qué bien se ven los toros desde el mullido sofá! ¡Que clarito se manifiesta el manoseo tan escandaloso de las protuberancias defensivas del ganado vacuno clasificado en presunto bravo! ¡En primer plano! Las cornamentas teñidas y desteñidas en diferentes fases enfundadas; similares a la policromía de una bandera; evidentes a las rugosidades alternadas en flacas y abultadas como vaivenes de tobogán; pitones ligados en surcos bien marcados que deleitarían a los amantes de los terrenos abruptos; lijados con lija del cinco; puntas belloteras agrietadas, resquebrajadas, que supuran sanguinolentas; grietas que se abren al bies; astas alteradas en el crecimiento, entre mantecosas y betuneadas, de perfil alterado, de profundidad trastornada, de prolongación inimaginable. Un efecto tensor que está a la vista de todos. Vamos que les afeitan en diferentes fases al abrigo de la dehesa y al gusto estético del momento, con total impunidad, con absoluta alevosía, con delictiva connivencia, con ofensiva justificación, con descarada mandanga, con ganas de terminar con la única posibilidad de fe en la continuidad para este espectáculo singular y que no es otra que garantizar la integridad de los atributos defensivos que pueda ofrecer un toro de lidia cuando alguien pretenda someterlo.
Un juego inocuo, dicen que es. Ya, ya... Que se lo pregunten al gato. O a la prima del segundo, que recoge firmas para salvar esta Fiesta.

Las Ventas. 25 de mayo. Feria de San Isidro 2011. Corrida Extraordinaria de la Prensa. Fuera de abono. Toros de Alcurrucén para los diestros Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Joselito Adame.

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