viernes, 30 de mayo de 2014

Crónica. Vigesimoprimer festejo. San Isidro 2014

Fotografía de Paco Sanz.

Con mucha coña y mucho engaño

Con mucha eñe española y quejumbrosa torería se perpetró una engañifa mayúscula. La coña no tuvo gracia aunque estuvo todo dispuesto para acometerla con alevosía. Las tres figuras de tan afanada artimaña habían elegido amañadas gansadas en vez toritos bravos, cobraron previo apaño, se vistieron con el ceño fruncido, comulgaron de la piña colada y se promocionaron para escenificar el sueño señero del engaño. Veamos lo que dio de sí la eñe.

Con la ña. Pues ña de ña. Ña de artimaña, de organizar este bodrio estafador y querer que encima les saquen en volandas divinas. Incluso, lo más asombroso es que le ponen frunce al resultado y se sientan ofendidos porque los demás no tragaron con este alarde de desvergüenza torera. Ña, ña, ña, de na, de castizo na, queridos, que para ser toreros de reverencia hay que haberlo demostrado con honradez, hombría y genialidad.

Con la ñe. Pues ñe de ñe. O lo que es lo mismo, que hay que hacer limpieza en las altas cañerías del escalafón y ponerle los puntos a las íes. Para empezar dejen de hacer exaltación de su afición pues no existe mayor impostura, ni tan grandiosa patraña, de ver cuánto les importa a ustedes y a sus bolsillos la fiesta y su decencia.

Con la ñi. Ñi tu ni nadie. Pues nadie. ¡Qué le vamos a hacer!

Con la ño. Esta es fácil, ñoño. La inexpresión de Castella es recalcitrante. Nunca dice nada. Nunca, a pesar de que cambió de repertorio para salirle las cosas como siempre. Lacia era la flema de Talavante y hasta daba la risa tonta cuando intentaba componer su desojado cuerpo en posturitas patéticas al imberbe bovino que le prepararon para el cante grande y que hizo tercero. Después vendría en hermano mayor; y el torero se infló en tan mentirosa faena que daban ganas de descomponerle su tontorrón semblante. Y respecto a la figura de moda, únicamente decir que se escondía en su particular pasarela de cazadores de tendencia y que ayer solo tenían ojitos para el empaque del modelo, ya que ni la fiesta, ni la verdad y ni los otros dos pobres -ni con sus vestidos ni con sus físicos-, alumbran un candil por mucha novena que se rece a santa Rita. Pero, ¿qué ha hecho Manzanares más que los demás? ¿Qué hacemos nosotros para merecer esta mentira ñoña y engañadora?

Con la ñu. Con la ñu de ñus. Hasta seis soltaron a juguetear por el ruedo, a revolotear como gallináceas, a picotear como vulgares ñandús. A esta manada de mamíferos bovinos, también a sus criadores y promotores profesionales, hay que darles la enhorabuena por tan arrogante osadía pues la dura elección –fruto de un arduo consenso- no pudo ser más acertada para arrasar con la gente guapa, con la fea; con la lista, con la tonta; con la molesta, con la seductora; con la rica, con la pobre; con todo bicho viviente; y además quedar como unos roñosos.

Así está la eñe, como la fiesta, escondida en el alfabeto y en la historia. Únicamente decirles que de tanta coña estamos hasta el moño, señores. Lo de señores es por quedar bien porque ya nos ha quedado claro que no lo son. Y si quieren saber cómo quedaron las espadas en los deslomados ñus, como dibujaron presuntas verónicas los maestros de rostros imposibles y cómo lucieron posturas e imposturas tan arrogantes figuras del firmamento taurino, pues ahórrenselo. No creo que existan. Ni inventándoselas.

Plaza de toros de Las Ventas. Madrid. 29 de mayo de 2014
Vigesimoprimer festejo de la Feria de San Isidro 2014.
Toros de El Pilar para Sebastián Castella, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante.

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