viernes, 11 de junio de 2010

Nadie quiere ver

Todos recordamos la Corrida Extraordinaria de la Prensa de este año por la antirreglamentaria organización y el desastroso resultado de tanto apaño. Se lidiaron seis toros, escogidos por los toreros entre miles de sus congéneres en multitud de dehesas, elegidos entre muchos que llegaron a los corrales de Las Ventas, de nefastos resultados como se vería (en la presentación, la lidia, la casta o el juego), para decidir no sortearlos, incumplir descaradamente el Reglamento de Espectáculos Taurinos y mostrar al mundo una complicidad alarmante por parte del presidente del festejo (miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado); por parte del presidente de la citada asociación organizadora (Asociación de la Prensa de Madrid) González Urbaneja; y por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre (como representante máximo de la institución que tiene en propiedad la plaza de toros de Madrid) precisamente porque ninguno de los citados ha impedido que se realizara el festejo pese a su absoluta irregularidad.
En la publicación digital que realiza la Asociación de la Prensa de Madrid no aparece una sola línea respecto a esta circunstancia controvertida. Sin embargo, recogen una crónica (firmada por J. Rivera) donde se reconoce de manera ambigua “que no supieron ver toros ni el campo ni en la plaza”, aunque no sabemos a quién le corresponde la tarea de “saber verlos”, si a los presidentes citados, veedores miles, toreros instigadores de estas prácticas, veterinarios, a los aficionados, al público generalista, delegados gubernativos…
Pueden consultar esta crónica en http://www.apmadrid.es/ptr/vista/vptr002/post.html?D.k=403851

y les anticipo unas líneas de esta reseña y única nota sobre este horripilante festejo –corrida de vergüenza de muchos- y que recoge en el boletín de la Asociación de la Prensa.

No supieron ver toros ni en el campo ni en la plaza
La paciencia y los silencios de Madrid son infinitos, pero las broncas y las almohadillas existen
“La normativista afición madrileña redactó rápidamente pasquines, que fueron repartidos por la plaza, en demanda del cumplimiento preceptivo. Taurodelta había presentado en los carteles, allá por el mes de marzo, una corrida que anunciaba varias ganaderías, pero resultó que no iba a haber sorteo tal y como indica la Ley de Espectáculos Taurinos en su artículo 59, punto primero. Es decir, se iba a permitir que los toreros lidiasen toros reseñados – elegidos – por ellos mismos.” (…)
Y desde cada finca fueron llegando los toros a los corrales de la Monumental. ¿Y qué pasó? Pues que para poder poner en el tablón de avisos, la misma mañana del festejo, los seis ejemplares que saltaron ayer al coso venteño hubo un “baile de corrales” en el que danzaron siete toros que se echaron para atrás. Dos de ellos ni siquiera se reconocieron por falta de trapío y cinco más no pasaron el mismo. (….)
(…) A las 20:45 horas – muy pronto –, caía este último toro. Cinco minutos después empezaban los toreros a abandonar la plaza al paso de una sonora bronca compartida, con lanzamiento de almohadillas. Dice el artículo 34, punto tercero, del aludido Reglamento: “Queda terminantemente prohibido el lanzamiento de almohadillas o cualquier clase de objetos. Los espectadores que incumplan esta prohibición durante la lidia serán expulsados de la plaza sin perjuicio de la sanción a que hubiere lugar”. Mal hecho está, conste, pero bueno… ni había lidia. Ni la hubo.

Nuestra opinión al respecto la adjuntamos en http://sites.google.com/site/toroaficion/san-isidro-2010/10-san-isidro-20-1
y en http://www.pazdomingo.com/2010/05/tres-bandas.html

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